Si buscas un sitio para comprar o para venir a Costa Rica a estudiar o trabajar temporalmente, lo más seguro es que quieras alquilar. Los contratos de alquiler en Costa Rica suelen ser para unos tres años. Durante ese periodo, el propietario no puede subirte el precio si está en dólares estadounidenses. Si el alquiler está en colones, puede aumentar hasta un 15%. En la práctica, también se ofrecen alquileres de 6 meses.
Se supone que los inquilinos deben avisar con tres meses de antelación para finalizar un alquiler y dejar la propiedad en el mismo estado que estaba al ocupar la vivienda. Si decides irte antes de que se termine el periodo de alquiler, perderás tu fianza. Los propietarios pueden pedir cualquier cantidad que consideren necesaria para la fianza. Asegúrate de que os habéis puesto de acuerdo sobre la fianza que tendrás que pagar.
Si el propietario quiere finalizar el arrendamiento, debe avisar con un mínimo de tres meses de antelación a la finalización del contrato, aunque si vive en el mismo edificio, un preaviso de 30 días es suficiente. Si no avisa en el periodo acordado, el alquiler se renueva automáticamente. Si el inquilino tarda más de 7 días en pagar las facturas que había acordado pagar, el propietario puede expulsarle y deducir los gastos de la fianza.
El propietario también puede expulsar al inquilino si éste está involucrado en actividades ilegales. Además, también tiene derecho a inspeccionar las dependencias una vez al mes ya que subalquilar un piso está prohibido.
Otra forma de encontrar alojamiento es a través de una agencia. Hay muchas agencias especializadas en alquileres a corto plazo en Costa Rica y muchas de ellas tienen páginas web en las que puedes ver sus ofertas. La ventaja de estas agencias es que suelen ofrecer las mejores viviendas. Además, eliminan muchos de los asuntos legales que puedes encontrarte y tardan menos en encontrar una casa de lo que tardarías tú por tu cuenta. Por otro lado, cobran comisiones y suelen cobrar más.
Puedes encontrar alojamiento amueblado y sin amueblar. El precio habitual es de entre 100 y 200 dólares estadounidenses al mes. Los precios más bajos para un estudio o un apartamento pequeño en un barrio bueno están en torno a los 250 dólares al mes. Una casa o un apartamento de lujo estarán en torno a los 900 dólares al mes.