El mercado británico de alquiler es más reducido que el del resto de Europa, ya que sólo un 10% de las familias vive en régimen de alquiler.
Dependiendo de dónde estés buscando, encontrar viviendas grandes y de calidad puede ser complicado y excesivamente caro. Los pisos amueblados, total o parcialmente, para alquilar a corto plazo suelen ser especialmente caros.
Los precios pueden variar considerablemente según la región del Reino Unido en la que estés. Los alquileres más altos se pagan en Londres y en el sudeste de Inglaterra, mientras que en Escocia, Gales, Irlanda del Norte y el norte de Inglaterra los precios son más bajos, a excepción de en las grandes ciudades. Como los alquileres son más bajos cuanto más lejos vivas del centro de la ciudad, conviene decidir hasta qué punto te compensa un trayecto largo hasta el trabajo. En Londres hay mucha gente que trabaja en el centro y que tarda más de una hora en llegar y volver del trabajo.
Es difícil encontrar un buen piso a un precio adecuado antes de llegar al Reino Unido. Los caseros prefieren conocer a los inquilinos antes de la firma del contrato y además no es aconsejable alquilar un piso sin haberlo visto antes.
La oferta y la demanda varían considerablemente a lo largo del año, siendo el final del verano el período más complicado para encontrar piso en algunas zonas, ya que es cuando empieza el año universitario (en el Reino Unido la gente suele estudiar fuera de su ciudad, y por tanto tienen que alquilar un piso).