La congestión de carreteras y autopistas, junto con los retrasos y el alto precio del transporte público, hacen que trasladarse de un sitio a otro en el Reino Unido resulte de lo más agobiante. Te aconsejamos que salgas siempre con mucha antelación si quieres llegar a tiempo a tu destino (sobretodo si vas a coger un vuelo) y que procures no coincidir con la hora punta (que dura horas) porque el tráfico es terrible.
En los últimos años el gobierno británico ha hecho grandes esfuerzos para convencer a los ciudadanos de que dejen el coche en casa y utilicen el transporte público, aunque la congestión y las dificultades para aparcar ya habían tenido su efecto disuasorio en las grandes ciudades. En comparación con otros países europeos, en las últimas tres o cuatro décadas, el transporte público británico ha recibido poca inversión estatal en infraestructuras y servicios. Muchos servicios tienen equipos anticuados y sufren retrasos. Se están haciendo mejoras y en algunas zonas urbanas el transporte público ha mejorado enormemente. Como opciones existen las redes de autobuses, el metro (en Londres, Glasgow, Liverpool, Manchester y Newcastle) y los taxis.
Londres tiene el sistema de transporte público más amplio. El metro llega a casi todas las zonas de la ciudad. Hay diferentes tipos de abonos que pueden ahorrarte dinero si usas el metro a diario. La red de autobuses también es muy extensa y algunas de las rutas funcionan también durante la noche, no así en el metro. Para aquellos a los que no les guste ir apretados, siempre existe la opción de los taxis que se pueden encontrar en toda la ciudad y te llevarán a donde quieras si estás dispuesto a pagarlo.
Para más información sobre el transporte en Londres, incluyendo un mapa de las rutas del metro y de los autobuses, haz clic en www.tfl.gov.uk .
Moverse en Londres es bastante complicado debido a la gran cantidad de gente que vive en la ciudad y sus alrededores. El transporte público está abarrotado en las horas punta, el metro y los trenes de cercanías sufren retrasos con frecuencia y las carreteras se colapsan. Cada vez hay más gente que opta por ir en bicicleta al trabajo, sobretodo ahora que cada vez hay más carriles bici. Los conductores respetan a los ciclistas bastante más que en el resto de países europeos, quitando Holanda, Alemania y Escandinavia, pero aún así te recomendamos que te pongas un casco.
Para evitar atascos, el ayuntamiento de Londres ha impuesto un peaje de entrada a la ciudad durante la semana. Parece que éste ha reducido en parte el tráfico del centro. Puedes informarte sobre este peaje en www.cclondon.com .
Viajar dentro de Gran Bretaña puede llevarte muchas horas. La red de transporte nacional consta de trenes, autobuses y aviones.
La red ferroviaria funciona de manera sencilla, aunque en las zonas más rurales hay pocas rutas. Puedes viajar en primera clase o en estándar, y hay descuentos para niños, estudiantes y pensionistas. Si quieres información sobre rutas y precios, haz clic aquí www.nationalrail.co.uk .
El autobús es un método menos popular para viajes de larga distancia y muchos sólo hacen rutas entre las grandes ciudades. Las principales compañías de autobuses son National Express ( www.nationalexpress.co.uk ) y Citylink ( www.citylink.co.uk ).
Los aeropuertos comerciales del Reino Unido son: Aberdeen, Belfast City, Belfast Internacional, Birmingham, Blackpool, Bournemouth, Cambridge City, Cork Internacional, Dublín, East Midlands, Edinburgo, Exeter, Aeropuerto Internacional de Kent, Glasgow, Humberside, Inverness, Isla de Man, Kirkwell, Leeds/Bradford, Liverpool, Londres City, Londres Gatwick, Londres Heathrow, Londres Luton, Londres Stansted, Manchester, Newcastle, Norwich, Sheffield City, Southampton.
Gracias a la proliferación de compañías de vuelo baratas, como easyJet ( www.easyjet.com ) y Ryanair ( www.ryanair.com ), cada vez hay más gente que prefiere desplazarse dentro del país en avión.