Hay muchas formas de conseguir un seguro privado que te cubra en caso de una eventualidad o emergencia.
Puedes pedir asesoramiento sobre los distintos tipos de seguro a una compañía de seguros privada o a un agente. Ten en cuenta que la mayoría de los agentes de seguros trabajan a comisión, por lo que pueden no ser objetivos. Si quieres asesoramiento objetivo, debes encontrar un agente de seguros independiente. Algunos bancos ofrecen asesoramiento sobre seguros entre sus servicios financieros.
En muchos estados de EEUU es obligatorio asegurar el coche. Antes de emitir la póliza, las compañías de seguros suelen hacer una investigación exhaustiva que incluye los antecedentes del conductor y el historial de partes. Si no tienes buenos antecedentes como conductor en EEUU tendrás que pagar más por el seguro del coche.
El arrendador se responsabiliza de asegurar la vivienda, pero tú tendrás que asegurar tus pertenencias. Además, si alguien sufre un accidente en tu casa, puedes ser responsable de abonar los costes médicos. Así que aunque el sitio donde vivas no sea tuyo, merece la pena asegurarte.
El seguro del hogar cubre los costes en caso de robo, vandalismo, tormentas y otras eventualidades. Suele reemplazar los objetos afectados por su valor actual, incluyendo muebles, electrodomésticos y hasta un límite de efectivo. La cobertura del seguro debería corresponderse con el valor actual de los objetos asegurados en la vivienda. Si tienes objetos de valor, puede que necesites una póliza adicional.
Los hay para toda la vida ( Whole Life insurance), que garantizan a la familia del asegurado el pago de una cantidad fija si éste muere, o por un período determinado ( Term Life Insurance). Dicho período puede ser desde un año, hasta 10, 20 e incluso 30 años. También puedes asegurarte hasta una determinada edad, como los 65 o 70 años. Este tipo de seguros caduca en el tiempo fijado.
El seguro de vida por un tiempo determinado suele hacerse para proteger a la familia de deudas. Por ejemplo, si tú y tu mujer tenéis una casa y tú mueres, tu mujer tendría que pagar la hipoteca ella sola. Si tuvieses una póliza de seguro de vida, ella podría utilizar el dinero para pagar la hipoteca.