En la mayoría de las universidades americanas hay alojamiento para estudiantes. Puedes alquilar una habitación y compartir las zonas comunes, o también compartir la habitación, aunque la mayoría prefiere no hacerlo. También hay alojamiento para familias.
Las condiciones de la vivienda varían dependiendo de cuándo se construyó y de lo bueno que sea el mantenimiento. Las residencias antiguas pueden ser grises y deprimentes, mientras que las nuevas o las rehabilitadas están en muy buenas condiciones.
Ten en cuenta que la mayoría de los americanos que empiezan la universidad son muy jóvenes, por lo que muchas residencias se transforman en “zonas de fiesta”. Todo irá bien mientras no te importe encontrarte a chicos de primero borrachos un miércoles por la noche intentando ligarse a las chicas del campus, que en las universidades tradicionales vivirán en otro piso o incluso en otro edificio. Si prefieres un ambiente más calmado, echa un vistazo a la residencia antes de apuntarte y habla con la gente que ya vive allí. Muchos estudiantes americanos viven en el campus el primer y segundo año, y luego se buscan otro tipo de alojamiento.
Desgraciadamente, el precio del alojamiento de estudiantes puede ser muy caro, y en las grandes ciudades no hay mucha diferencia con un alquiler normal. Las universidades suelen tener información sobre alojamiento fuera del campus.