En la mayor parte de EEUU, encontrar alojamiento no es problema. Sin embargo, en algunas grades ciudades, como Nueva York, la demanda es alta y los alquileres pueden ser muy caros.
La mayoría de los americanos viven en casas, pisos o condominios (un piso en una urbanización con zonas comunes, como piscina o jardines). Comparados con los europeos, los estadounidenses se mueven mucho, y es normal mudarse a 500 km o que alguien lo deje todo y se mude de la costa Este a la Oeste. Esto implica que haya mucho movimiento en el mercado inmobiliario.
Los precios, tanto para alquilar como para comprar, vienen determinados por el tamaño de la vivienda, que se mide en “ square feet” (pies cuadrados, para convertir a metros cuadrados multiplicar el número por 0,3048).
El número de habitaciones que aparecen en el anuncio incluirá dormitorios, salones y comedores. La cocina y los baños no se incluyen en el número de habitaciones, pero entérate con antelación porque algunos propietarios pueden ser muy creativos a la hora de contar. Los estudios tienen varios nombres: studio, bachelor, o efficiency, y la mayoría incluyen una cocina separada, o barra americana, y un baño.
Generalmente, los pisos más altos de un bloque de viviendas suelen ser más caros. Pagas por un aire más limpio, más luz, menos ruido de la calle y, a veces, una buena vista.
En EEUU, se puede alquilar una vivienda amueblada o sin amueblar. Lo más normal es que sea sin amueblar, aunque suelen venir con cocina, nevera, aire acondicionado (en el sur) y, a veces, lavavajillas. Los pisos amueblados suelen venir sólo con lo esencial, como muebles básicos, casquillos de las bombillas, cortinas y lo básico para la cocina. Algunos pisos no tienen agua caliente central, así que deberás enterarte de si tienes que instalar un calentador.
La mayoría de los bloques de viviendas construidos antes de los años 50 tienen una lavandería común con lavadoras y secadoras. Los pisos más modernos suelen venir con lavadora y secadora.