En EEUU se suele enviar a los pacientes a tratarse al hospital con mucha más frecuencia que en otros países, incluso para análisis y tratamientos en el hospital de día. Esto se debe a que, ante la duda, muchos médicos prefieren mandarte al hospital que exponerse a que tú o tu familia los denunciéis si hay algún problema serio como resultado de un diagnóstico erróneo. Es la consecuencia de lo caras que resultan las denuncias en Estados Unidos.
Si te ingresan en un hospital privado recibirás uno de los mejores tratamientos del mundo, pero será extremadamente caro. Sólo el coste de la habitación puede ascender hasta los $1.000, sin incluir el tratamiento, las pruebas diagnósticas o las medicinas. Por tanto, debes asegurarte de tener suficiente cobertura en tu seguro médico, o el ingreso hospitalario te saldrá carísimo.
Normalmente un hospital general comunitario es adecuado para la mayoría de los tratamientos, pero para enfermedades serias o cirugía compleja es mejor ir a una clínica universitaria o especializada.
Ten en cuenta que en EEUU el tratamiento gratuito no existe, todas las facturas deberán ser abonadas, ya sea por ti o tu compañía de seguros, incluso en el caso de emergencia.
Si eres tú el que decide si vas o no al hospital, entérate de la cobertura de tu seguro. Cuando vayas al hospital o clínica, llévate la documentación del seguro. Si te ingresan, tu compañía de seguros cubrirá los costes de tu estancia. El pago lo hace directamente la compañía al hospital, tú no tendrás que abonarlo y pedir que te lo reembolsen después (lo más probables es que tampoco pudieses pagarlo). Si recibes una factura del hospital, envíasela directamente a tu compañía de seguros, aunque en la mayoría de los hospitales tu compañía tendrá que pagar antes de que salgas del hospital.
¿Qué pasa si no tienes un seguro médico?
Si no tienes seguro médico, lo más probable es que tengas que pagar un depósito de varios miles de dólares para que te ingresen en el hospital. Si no puedes pagarlo, el hospital no te aceptará.
En el caso de una urgencia muy grave, te llevarán al hospital más cercano (público o privado), aunque no tengas seguro y no puedas pagar. Sin embargo, ten en cuenta, que “muy grave” se refiere sólo a casos de vida o muerte. Si te rompes la pierna en un accidente de coche, no se considera muy grave, probablemente sobrevivirás pero puede que no vuelvas a andar bien nunca más.
Si te llevan a un hospital privado, es probable que te trasladen a uno público una vez se haya estabilizado tu situación. Los hospitales públicos ofrecen tratamiento en el hospital de día a los pacientes sin seguro sin pedir previo pago. Sin embargo, estos tratamientos suelen ser muy básicos e incluso inadecuados y las listas de espera son muy largas. Los hospitales públicos son incapaces de llevar a las millones de personas sin seguro, y la situación no hace más que empeorar debido al aumento de los “sin techo”, el SIDA, las drogas y la inmigración.
Incluso si recibes tratamiento en un hospital público, se te facturará a posteriori. Si no puedes pagarlo, el hospital no tendrá más remedio que demandarte (incluso si no tienes nada) para que el gobierno les pague. Si sigues sin poder pagar, el tribunal fallará en tu contra y este fallo se mantendrá durante años.
Esperamos que después de leer esta sección te quede claro el mensaje – no se te ocurra irte a EEUU sin un seguro médico adecuado. Si no tienes seguro y necesitas tratamiento, prepárate para vivir una experiencia terrible.