Los hospitales disponen de los equipos de alta tecnología más avanzados, y los médicos y cirujanos están muy bien formados y motivados.
Por desgracia, esta enorme calidad viene acompañada de precios astronómicos. Debes saber que los costes de la atención sanitaria (médicos, estancias hospitalarias e incluso medicamentos) son de los más caros del mundo y suponen un 15% del PIB americano. Teniendo en cuenta la cada vez más grande proporción de personas mayores y los costes de la tecnología, es probable que este porcentaje aumente aún más en el futuro.
Aunque la atención sanitaria es, probablemente, la mejor del mundo para los ricos, su alto coste y la poca intervención estatal implican que ésta es precaria e incluso inexistente para los pobres y desempleados. Un 15% de la población estadounidense carece de seguro médico, y los programas financiados con fondos públicos, Medicare y Medicaid, sólo cubren a personas mayores de 65 años, a los minusválidos y los muy pobres.
Ten en cuenta que el tratamiento “gratuito” no existe en Estados Unidos, ni siquiera en los hospitales públicos. Toda la atención sanitaria, incluidas las urgencias, tiene que pagarse, ya sea personalmente o a través del seguro. En muchos hospitales de las ciudades suelen tener una clínica de urgencias que atiende casos grave y es menos cara que un hospital normal o una clínica, pero aún así hay que pagar.
Por tanto, para venir a EEUU, es de vital importancia tener un seguro médico, o una enfermedad seria podría causarte un desastre financiero. En algunos casos puede que hasta te obliguen a demostrar que estás cubierto. Visita nuestra sección de seguros médicos para más información.